Aunque parezca que estamos muy cómodos, el excesivo aumento de la temperatura en el hogar puede generar complicaciones en la salud.

Sentir nuestros cuerpos templados cuando el frío se instala por algunos meses del año, se convierte en uno de los objetivos principales de esas épocas. Para salir afuera, nos equipamos con una buena cantidad de prendas que amortigüen el impacto. Para estar dentro de nuestros hogares, además de la ropa, se suma algún método de calefacción. Sin embargo, para esta última opción, es necesario tener algunos cuidado para evitar efectos nocivos en nuestra salud.

En general, los sistemas de calefacción domésticos suelen generar sequedad en el ambiente y, por ende, en la piel, las mucosas y los ojos. Para contrarrestar, podemos colocar un recipiente con agua sobre la estufa o en algún lugar cercano, lo que humidificará el ambiente.

Otro detalle importante y que pocas veces tenemos en cuenta, es la limpieza de los filtros de los aparatos de calefacción previa a las temporadas de uso. Los filtros de los aires acondicionados, por ejemplo, juntan una gran cantidad de polvo, tanto durante su funcionamiento como cuando están detenidos. Por eso, podemos aprovechar las medias estaciones – momentos en los que no se usan – para ocuparnos de ellos o llamar a algún especialista en instalación de aire acondicionado en Córdoba que nos ayude.

Estar expuestos al polvillo y a la sequedad constante, no sólo aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias como laringitis, faringitis en los grupos de riesgo como adultos, niños o personas con enfermedades crónicas. Así que, si queremos cuidar la salud de los nuestros, nada mejor que estar atentos al adentro y al afuera.