Y… como lo habrá tomado mi familia? Sobre todo el José. La nota lo decía bien claro.
Me voy unos días.
No sé donde todavía pero me voy.
No me busquéis porque no creo que me podáis encontrar.
Necesito desconectar, respirar, vivir sin horas, sin días y sin noches.
Nada de hacer camas, ni lavar ni planchar, ni cocinar jajajaja .Ya veía la cara que pondrían.
La comida de los gatos está en el garaje. Hay un saco lleno de pienso… Que os vaya bien!

Irene no se podía creer lo que estaba viviendo! Nada de obligaciones, nada de horarios, nada de cocinar ni tender ni planchar, ni…ni…ni… Seria cierto?

De repente un olorcillo a comida le llegó rompiendo sus pensamientos. Ummm… Un minuto mas tarde el aroma se convirtió en un olor a comida quemada y de pronto una ligera humareda le hizo toser estrepitosamente..

Dejó una nota en el frutero y con cuatro trapos, dos libros y su compañero inseparable últimamente
se encaminó a la ventanilla de renfe.

_Oiga señor. Necesito un billete.

_Adonde quiere ir señora, dijo el de la ventanilla sin mirarla siquiera.

Pues verá dijo Irene: Eso me da igual.

El señor de la ventanilla esta vez si que miró. Miró a Irene por primera vea y la mujer vio la sorpresa en su cara.

._ Como que le da igual?

_ Bueno… igual, igual… No.

_Yo quiero ir a un lugar tranquilo, que tenga un cachito de mar, donde no haya mucha gente,…quiero escribir sabe?

_ El señor de la ventanilla, esta vez se quitó los lentes y miró a Irene como si hubiera visto un bicho raro.

_Oiga señora, le dijo, que uno ya es muy mayor para que se rían descaradamente en su cara.

_ Mire… nada de risas!. Yo quiero un billete y nada más. Le pago el importe y Santas Pascuas!

Una nueva casa de las letras! Que lujo, la voy a estrenar con….un pequeño relato

UNA PEQUEÑA ESCAPADA

Era Irene una mujer… sencilla, normal, corriente,.,.Ni alta ni baja, ni rubia ni morena, ni gruesa ni flaca. Una mujer, como se suele decir, del montón.
Había llegado a la cincuentena de su vida casi sin darse cuenta… Sus vivencias no eran como para escribir una novela. Infancia feliz, sin grandes acontecimientos, familia humilde pero bien avenida hermanos, primos, tíos y abuelos…. Como casi todo el mundo.

Siempre se sintió con responsabilidades. Primero para con sus padres (niña obediente y formalita), para sus hermanos (una verdadera madre) el colegio, las compañeras, los estudios, las monjas… Casó Irene joven,(como todas las chicas de su tiempo) Ahora era distinto…Ya ves… su hija, 33 años y aun estaba libre ..!Que listas nos han salido las chicas de ahora!
,
_Ufff! Que tarde se me ha hecho! Llegó Irene bufando a la cocina!..
_Las 2 de la tarde y los hijos y el marido llegaran pronto a reponer fuerzas.
(Pobres ellos, pensaba Irene! Todo el día en la calle ¡el tráfico, el jefe las prisas!)

_Y… que pongo yo a estas horas de comer? … Ya lo tengo! Un pupurrí. Eso es muy socorrio!

Y abriendo el frigorífico se puso manos a la obra y sacó de todo cuanto pilló por medio. Un pimiento, chorizo, guisantes, tomate triturado, huevos. Haría unos huevos al plato.

…